Persona comprando en un supermercado.

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Distribución

El gasto medio en alimentos y bebidas se reduce por cuarto año consecutivo hasta los 1.410 euros

Cae la producción de la industria agroalimentaria a niveles de 2013 y desaparecen 1.824 empresas.

6 mayo, 2024 02:04

La inflación cerró 2023 en el 3,1% debido principalmente al comportamiento del precio de los alimentos y las bebidas no alcohólicas, que subieron un 7,3%, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). Esta situación se notó en el bolsillo de los consumidores que, por cuarto año consecutivo, redujeron el gasto medio realizado en alimentación y bebidas.

En concreto, el gasto per cápita en el periodo enero-noviembre de 2023 (últimos datos disponibles) alcanzó los 1.410 euros, un 1,26% menos que en el mismo periodo del año anterior, según revela el 'Informe Económico 2023' de la Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB).

Esta es la cifra más baja de los últimos cuatro años. En el mismo periodo de 2020 el gasto medio fue de 1.542 euros, en 2021 fue de 1.453 euros y en 2022 fue de 1.428 euros. Estos años coinciden con la pandemia de la Covid y la posterior etapa inflacionista. 

Evolución del gasto per cápita en alimentación y bebidas. Fuente: FIAB.

Evolución del gasto per cápita en alimentación y bebidas. Fuente: FIAB.

"La inflación ha penalizado el consumo de los hogare", señala Mauricio García de Quevedo, director general de la Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB), quien justifica que al menos "se mantiene estable aunque el gasto en alimentación y bebidas cae ligeramente".

El dato que da estabilidad para Quevedo es el gasto acumulado del consumo dentro del hogar, que en el periodo enero-noviembre se ha mantenido estable en 66.371 millones de euros.

Caída de la producción

El dato en consumo per cápita no es el único negativo que arroja el cierre del año para la industria. La producción real del sector de la alimentación y las bebidas alcanzó en 2023 un valor de 162.459 millones de euros, un 2,6% menos con respecto a 2022. Como resultado, la producción real disminuyó por primera vez desde que lo hiciera en 2013, a excepción del año 2020 a causa de la Covid. 

Para la federación, este retroceso es el resultado de la influencia inflacionaria en los costes de la industria, combinado con una debilidad en las exportaciones y la demanda interna, que se ha agudizado por los episodios de sequía prolongada en España. 

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En consecuencia, el Valor Añadido Bruto (VAB) experimentó un crecimiento más limitado, alcanzando los 31.038 millones de euros. Esto se tradujo en un aumento del 8%, si bien, una vez descontado el efecto de la subida de los precios y los costes, el crecimiento real se cifra en el 1,4%. 

Aun así, la industria de alimentación y bebidas se mantiene como un actor industrial sólido por su contribución económica al país y su peso: representa el 2,3% del total de la economía española y el 18,5% de la industria manufacturera.

Menos empresas

La inflación también tuvo un impacto directo en el tejido empresarial. El número de empresas activas en 2023 se cifra en 28.335 y sufre una disminución del 6,5%. Es decir, hay 1.824 empresas menos que en 2022. 

Esto afecta especialmente a las pymes que no pueden afrontar un escenario de costes productivos desfavorable y se ven abocadas al cierre o a ser absorbidas por otras. De ahí que el proceso de concentración en el sector continúe

Gracias a este proceso, las empresas de tamaño mayor y medio ganan representatividad respecto al total y avanzan un 2,3% absorbiendo parte del impacto de la inflación sobre el tejido empresarial en alimentos y bebidas.

Por otro lado, la creación de empleo en el sector mantiene su comportamiento positivo. Los afiliados a la Seguridad Social suman 436.900 personas y anota un crecimiento del 2%.